Hay dos maneras de comer en el mundo: unos comen lo que les apetece; otros, lo que pueden.
En el primer mundo, se come "a la carta". Hoy en McDonald's. Mañana en el chino. El día siguiente, en la vietnamita. Y cuando uno quiere algo diferente, tira lo que ya no le apetece y compra otra cosa. En realidad, se tira un tercio de la producción mundial de los alimentos que nos da la madre tierra, por culpa de una supuesta fecha de caducidad. ¡Se tiran más de 7 toneladas de comida cada año en España
Y en el otro lado de la calle, en este mismo primer mundo, algunos comen lo que otros tiran. Éstos se pueden ver delante de los supermercados, mendigando monedas. Los pobres y sin recursos comen lo que hay, lo que les dan, o lo que uno les ofrece. No hay otras opciones.
Entre las dos realidades, está la persona sensata, la que no sólo compra en el supermercado, sinó en la tienda solidaria, pagando algo más pero con buena conciencia y mente despierta. Sea consciente, acércate al consumo responsable. Come primero lo que tienes y lo que te sobra en la nevera antes de comprar, y comparte con tu hermano que está en la pobreza.
La persona consciente de esto come con inteligencia y gratitud. Declara sagrado lo que otros usan para hacer comercial y beneficiarse de algo tan básico para el ser humano como lo es la comida.
En el Chiringuito de Dios, no permitimos que nadie de los huéspedes toque la comida hasta que no hayamos dado gracias a Dios pidiendo humildemente su bendición.
Demos las gracias a Dios por su providencia cada día.
¡Buen provecho a todos!
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